Desde que tengo uso de razón jamás he apoyado ningún tipo de ideología dictatorial bien sea fascista, comunista o cualquier otra. Nunca he creído que los mejores gobiernos sean los que no tienen fin, el poder es adictivo y el delirio puede ser eterno. Por ello siempre he respetado y creído profundamente en la libertad de expresión, en la democracia, en la alterabilidad de gobiernos, en la diversidad de opiniones y por supuesto en los Derechos Humanos. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 19 dicta lo siguiente: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión. Seguramente habrán escuchado sobre el caso de las Pussy Riot, un grupo punk feminista ruso que realizaron en una catedral de Moscú una protesta, interpretando un
Los juegos Olímpicos en Londres 2012 encendieron la llama, con una ceremonia realmente muy original y llena de alegría. Donde los británicos nos mostraron parte de su historia, su cultura musical, literaria, sus iconos más emblemáticos. ¿Quién no ha disfrutado alguna vez con alguna película de James Bond o se ha reído con el gracioso personaje de Mr. Bean? O ¿Quién no ha cantado en algún momento Hey Jude de los Beatles? Apuesto a que muchos se emocionaron al ver a Paul McCartney entonando su canción con tanta vibración…. Pero antes que eso ocurriera por primera vez vimos un encendido de llama olímpica en conjunto, no fue realizado por una sola persona, fueron varios jóvenes, esa generación de relevo, que sueñan con igualdad y respeto, los prendieron cada pétalo del hermoso pebetero olímpico... Un mensaje fuerte y claro sin duda…Paz y Unión…Eso soñamos los habitantes de este planeta, que lamentablemente pocos quieren destruir y no terminan de entender que queremos y necesitamo