Otro país que cambia de Presidente… ¿Cuándo será que lo haremos nosotros?
Viendo las elecciones ayer en Colombia, debo confesar que comencé a sentir algo raro cuando observaba la rapidez con la que daban los resultados, el orden tanto ciudadano, como constitucional, la tranquilidad del adversario y su aceptación a la derrota… Hace 11 años en mi país se celebraban las elecciones así, manuales, con tranquilidad, en paz, máximo a las 7 de la noche escuchábamos los resultados; los cuales se celebraban…Que tiempos aquellos, que no sabemos si volverán… ese sentir tan extraño fue envidia, una envidia descarada pero con mucho pesar.
Hoy en día lamentablemente no gozamos de ese derecho, lo tenemos, pero es un derecho al voto disfrazado; para cubrir las apariencias de un país “democrático”. Ya no lo somos, desde hace mucho tiempo dejamos de ir a elecciones en paz y civilizadamente, sin bandas armadas, sin milicianos o cosas parecidas. No contamos con una de las garantías más básicas en el voto que es la transparencia, eso se esconde tras complicadas maquinas, desde hace un montón de tiempo dejamos de votar manualmente, los resultados son dados en la madrugada, no como la mayoría de los países civilizados…Ya nosotros desde hace mucho dejamos de ser civilizados en gran medida…Nosotros hoy en día vemos con tristeza como los demás países van cambiando de presidentes, mientras aquí continuamos con el mismo, notando como nos vamos aislando y peor aun, atrasando… Aquí desde hace tiempo no existe la variedad, lo alternativo. Mientras la oposición sigue dando mediocres discursos, alternativas poco convincentes, así como garantías inexistentes; el freno de un país va dejando cada día más fracturas y secuelas… donde el verbo expropiar se encuentra al capricho de un dios falso. Sin pensar en el progreso masivo, donde todo lo que nos rodea huele mal y al parecer no existe alternativa de cambio. El silencio, la aceptación y la indiferencia hacen cómplice al caos de una nación.
¿Cuándo veremos el cambio de banda sin sentir la podredumbre que nos acosa en todo el territorio y en cualquier ámbito social?
Felicito al pueblo Colombiano, porque votaron con la razón, por la evolución y no por ideales de camino y con bases veladas.
Viendo las elecciones ayer en Colombia, debo confesar que comencé a sentir algo raro cuando observaba la rapidez con la que daban los resultados, el orden tanto ciudadano, como constitucional, la tranquilidad del adversario y su aceptación a la derrota… Hace 11 años en mi país se celebraban las elecciones así, manuales, con tranquilidad, en paz, máximo a las 7 de la noche escuchábamos los resultados; los cuales se celebraban…Que tiempos aquellos, que no sabemos si volverán… ese sentir tan extraño fue envidia, una envidia descarada pero con mucho pesar.
Hoy en día lamentablemente no gozamos de ese derecho, lo tenemos, pero es un derecho al voto disfrazado; para cubrir las apariencias de un país “democrático”. Ya no lo somos, desde hace mucho tiempo dejamos de ir a elecciones en paz y civilizadamente, sin bandas armadas, sin milicianos o cosas parecidas. No contamos con una de las garantías más básicas en el voto que es la transparencia, eso se esconde tras complicadas maquinas, desde hace un montón de tiempo dejamos de votar manualmente, los resultados son dados en la madrugada, no como la mayoría de los países civilizados…Ya nosotros desde hace mucho dejamos de ser civilizados en gran medida…Nosotros hoy en día vemos con tristeza como los demás países van cambiando de presidentes, mientras aquí continuamos con el mismo, notando como nos vamos aislando y peor aun, atrasando… Aquí desde hace tiempo no existe la variedad, lo alternativo. Mientras la oposición sigue dando mediocres discursos, alternativas poco convincentes, así como garantías inexistentes; el freno de un país va dejando cada día más fracturas y secuelas… donde el verbo expropiar se encuentra al capricho de un dios falso. Sin pensar en el progreso masivo, donde todo lo que nos rodea huele mal y al parecer no existe alternativa de cambio. El silencio, la aceptación y la indiferencia hacen cómplice al caos de una nación.
¿Cuándo veremos el cambio de banda sin sentir la podredumbre que nos acosa en todo el territorio y en cualquier ámbito social?
Felicito al pueblo Colombiano, porque votaron con la razón, por la evolución y no por ideales de camino y con bases veladas.
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